El hecho de recibir un masaje, además de la sensación de relajación que aporta, es responsable de numerosos beneficios relacionados con cuerpo y mente. Cuando se realiza un masaje, resulta fundamental conocer el motivo por el cual la persona desea recibirlo, pues las técnicas y presión diferirán entre una persona que lo desee por placer a otra que busque recuperar una lesión muscular, de forma que, previo a este, debemos realizar una entrevista para recoger la mayor cantidad de pistas posible. Además de cómo método de rehabilitación, el cual es el usado con mayor frecuencia, es altamente aconsejable descargar la musculatura, e incluso masajes relajantes de todo el cuerpo con cierta frecuencia, lo cual favorecerá:
- Prevención de posibles lesiones
- Relajación corporal
- Relajación mental
- Alivio de estrés
Cuando recibes un masaje relajante, tu cuerpo se encuentra en situación de calma total, favoreciendo la relajación de cuerpo y mente en su totalidad, lo cual te ayudará a desconectar y favorecer la regeneración de tu cuerpo, liberándolo del estrés. La duración de este puede variar según las necesidades de la persona, pero por normal general es recomendable una hora, para que pueda ser posible masajear varias zonas, como espalda y piernas en su totalidad, adaptándolo a las necesidades y deseos de la persona.
Por otro lado, cuando te encuentras en una situación en la que sientes dolor, las técnicas pueden variar y aumentar ligeramente la presión respecto a si realizamos un masaje relajante, pues es necesario descargar la musculatura para aliviar la inflamación y que recuperes en tu periodo de tiempo lo más corto posible, favoreciendo los siguientes beneficios:
- Descarga de la musculatura implicada
- Regeneración de las fibras musculares dañadas
- Alivio de la sensación de dolor en días posteriores
De esta forma, sientas dolor o pienses que te encuentras en perfecto estado, el masaje te ayudará a mejorar tu situación actual y encontrar tu pleno bienestar.