Cuando comenzamos a entrenar, y previamente no hemos tenido ninguna experiencia en el entrenamiento de fuerza o prácticamente apenas has ido al gimnasio, las primeras semanas de entrenamiento adquieren especial importancia, pues debes realizar ejercicios básicos que se integren en tu rutina y que se encuentren en sintonía con tu objetivo. En primer lugar, resultará imprescindible seleccionar ejercicios que impliquen grandes grupos musculares, lo cual facilitará la técnica, junto a los siguientes beneficios:
- Ejercitar grandes grupos musculares, como pectoral o glúteos, implicados en muchas actividades de la vida diaria
- Rápida mejora de la fuerza, pues al venir de un periodo de inactividad, los primeros meses de entrenamiento las mejoras de fuerza son pronunciadas
- Mejora de la condición física general, lo que favorece no sólo la mejora de fuerza, sino también perder peso con mayor facilidad respecto a si eres un deportista avanzado, así como mejorar tu sensación de bienestar
Es por ello que, para comenzar tu rutina, debes incorporar ejercicios que, más allá de suponerte un esfuerzo enorme, impliquen movimientos globales que activen la musculatura que mayor funcionalidad posee, como los siguientes ejercicios:
- Press con mancuernas: sujetando una pesa en cada una de tus manos y acostado boca arriba en el banco, partir con los codos flexionados y seguidamente dirigir los brazos hacia el techo
- Flexión de tronco: con ambos pies apoyados en el suelo y rodillas flexionadas, levantar ligeramente el tronco del suelo, dirigiéndote con las puntas de los dedos a toca los talones
- Extensión de rodilla y cadera: apoyado sobre manos y rodillas en la colchoneta, dirigir la pierna hacia arriba, extendiendo rodilla, y posteriormente dirigirla al techo, efectuando extensión de cadera
Estos ejercicios, acompañados de un plan individual adaptado a tu condición actual y objetivos, forman parte de la rutina que debe seguir toda persona que desee iniciarse o progresar en la mejora de su condición física.